jueves, 26 de enero de 2012

El Amor no nos hace eternos!

Ayer comentaba que el Amor nos hacía eternos y ello me llevó a pensar que Dios era eterno justamente porque se le atribuye la plena y absoluta realidad de Amor. Pero, si eso es así, entonces la ausencia de Amor no nos haría eternos y de ese modo, con la muerte sin amor, simplemente morimos y zas! se acabó el cuento. No hay infierno ni nada parecido. Eso desde una visión católica sería simplemente inaceptable! por mas que sea lógica! y no está mal que la Fe a veces sea ilógica (es mas, creo que la principal Razón que da cuenta de la Fe es la Fe misma).  Entonces, quizá la respuesta a la inquietud se encuentre en que Dios es eterno pero no por el Amor sino por cualquier otra razón que yo no conozco, si eso es así, entonces, somos eternos porque Dios quiso que así fuéramos, con o sin amor. Será la vivencia del Amor la que nos permita ganarnos el cielo o merecernos el infierno. Es mas, tan cierto es que el Amor no nos hace eternos que el Diablo mismo sigue existiendo a pesar de ser la absoluta negación del Amor.

1 comentario:

  1. En el texto se insinúan algunos planteamientos habituales que me gustaría comentar:

    "Dios tiene razones que están fuera de nuestro alcance": Este es un argumento de fe bastante frustrante. Si las razones divinas son inaccesibles para nuestro entendimiento, no tendría objeto discutir sobre ellas.

    Lo paradójico es que la doctrina cristiana describe al humano como un ser libre, hecho a imagen y semejanza de dios; lo cual permite a los creyentes como tú asumir una posición más optimista: Nada está fuera de nuestro alcance, solo hace falta investigar.

    "Estamos condenados a la eternidad (en el cielo o el infierno)": Esta promesa de eternidad es un tópico común en las religiones. Apelo a la libertad conferida por mi creeador para excluirme de sus divinos planes. Yo no juego.

    Personalmente, me agobia la idea de ser eterno, aunque disponga de 77 vírgenes o una colina verde para mi esparcimiento. No, gracias. Creo que ochenta años son más que suficientes para crecer, amar, llorar, reir, descubrir, etc…aceptar una porción mayor de “eternidad”, resulta para mi, además de tedioso, una grosería y falta de buen gusto imperdonable.


    "Blanco o negro": Una visión maniquea de las cosas nos impide a veces observar la maravillosa gama de grises que hay en medio.

    El amor es un sentimiento muy noble, pero mal manejado nos puede sumir en el peor de los infiernos, sin quizá merecerlo. Para que funcione el sistema, es necesario un mínimo de reciprocidad, lo cual es poco probable que ocurra si repartimos nuestra cuota de amor indiscriminadamente.

    El amor y otras formas de interacción que requieren plena confianza en los individuos que la sostienen solo pueden prosperar en grupos muy pequeños (familia, tribu, pareja)...más allá de esos límites, resulta una inversión sumanente riesgosa.

    twitter.com/earandab

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