domingo, 6 de octubre de 2013

Te odio! Mi amor (primera parte)

Sentado frente al espejo, y ademas de mis canas y de las arrugas que el tiempo ha grabado en mi rostro, cual sello recordatorio que mi cuerpo le pertenece, veo con suma atención mi mirada, observando como sí fuera una película cada una de las imágenes grabadas de lo vivido intensamente en estos tres últimos días. Adelanto que este escrito es el primero de lo que atrevidamente he llamado la saga de "Te odio! Mi amor".  Y es que ha sido tanto que necesito contarlo pues sino me ahogo y aunque parezca obvio, no quiero morir ahogado! en las olas de pensamientos y sentimientos. No habrá orden cronológico en la narración sino más que un sincero compartir según las experiencias me lo ordenen.
El marco de todos esos hechos es el secuestro de la unidad minera en la que trabajo por parte de una población vecina a nuestras labores. Como en todo secuestro, concurren actos ilicitos de quienes secuestran, actos violentos, en realidad, de muchisima violencia, amenazas contra la vida de amigos de trabajo y la mía misma. El viernes por la noche,  tuve que literalmente escaparme de en medio de la enardecida población pues, luego de cercarme con empujones,  afirmaron que me quedaba secuestrado. De esto trataré en otro escrito.
Hoy les hablaré de Eugenia. Ella es una señora de 83 años de edad y de un parecido inexplicable a mi difunta abuela, con bastón incluido. Ella me acompañaba por la trocha de 4 kilómetros que tuve que andar sin resguardo policial pues esa fue su exigencia para conversar conmigo. Tal trocha se encuentra además a 4, 800 msnm. Así qué dejando de lado el inmenso dolor de cabeza producido por la altura caminé con ella. Por qué lo hice? Pues porqué soy abogado y vivo arreglándole la vida a los demás. Esa es mi hermosa vocación: la de servir a La Paz y a la Justicia!
"Como esta inquisidor?" Preguntó dulcemente en tanto se esforzaba por esconder el odio con el que su afilada mirada atravesaba cada uno de mis mejores ánimos por escucharla. " Estoy bien" le dije, " contento de poder hablar con usted". Eso era verdad pues quería y necesitaba conversar con ella. Cuando por fin llegamos donde estaba la masa de la población me presentó ante ellos. Uno de ellos me reconoció y se ánimo a decir, quizá alentado por la necesidad de una buena vez irse a su casa, pues así se lo reclamaba el frío y quizá el llanto de sus hijos que nada sabían en donde se encontraba su papa (al igual que mis cachorritos propios). "Si el inquisidor está aquí entonces tenemos que estar tranquilos pues lo conozco hace varios años y el es un hombre leal" no tuve fuerzas para agradecerle el gesto pues la cabeza me retumbaba cual tambor de guerra. No obstante, apenas pude, aproveché el error de cálculo pues con sus palabras estaba legitimando mi presencia y tenía que explotar ello. No por afán personal sino por el hambre de paz y justicia que sostenían mi temeraria presencia. Entonces recordé aquellas enseñanzas sociológicas que dictaban presentarme como uno de ellos y me atreví a decir: "Carajo! De verdad que hace frío! Tengo el culo helado, más que el poto de muñeca hecha en China" se rieron a mandíbula desatada. "Ya ven! El es de los nuestros!... Traigánle aguardiente para que tome con nosotros". " Esta bien" respondí  "pero que sea tomando del pico de la botella como lo hacen los hombres" todavía se rieron más, mientras Eugenia sacaba de entré sus piernas una botella. "Chupe inquisidor! Chupe!" "a su salud! Eugenia hermosa! A su salud!" Alcancé a responder sabiendo que al tercer trago sacaría mi charango y me pondría a tocar con ellos reinvindicando  a los peruanos del Ande y en tanto le besaba la frente "muaaaaaa!!! es Usted igualita a mi abuelita..." Ella se puso más roja que bandera comunista y en tanto sus mirada  se volvía más aguda!...entonces se acercó a mis oídos susurrando " seré vieja Inquisidor pero no soy huevona!"... Puta madre! Y ahora que hago? Pensé en tanto instintivamente le volví a dar un beso pero esta vez en el cachete : "Usted no es huevona! El huevon soy yo! Por no haberme casado con usted! " a lo que se puso mas roja todavía. Contraataque: "Eugenia linda, hace un frío de la conchesumare!!! Los huevos los tengo congelados!" Ella soltó una risotada que detuvo al viento andino. "Puta madre! Inquisidor! Brindo por usted porque usted sí tiene cojones! Y sino los tuviera ya estaría arrojado varios metros por las faldas del cerro"... "No harías eso!  Eugenia" le retruqué "porque sabes que sólo quiero hacer las cosas bien! Y además porque me parezco a alguno de tus nietos!!!".... Nos abrazamos los dos y nos reímos sin que los demás supieran la causa de tan importante amor..."Amigos de la comunidad andina! Todos queremos irnos a nuestras casas pero ruego me perdonen pues nada más puedo hablar porque me cago de frío!!! Tengo las ideas congeladas! Pásenme más trago carajo!" El pueblo todo se murió de risa conmigo, mientras Eugenia, aquella mujer que tanto me odiaba por no ser como ella (en realidad por suponer que no era como ella), procedía a quitarse la chompa que tenía abrigándola y me la entregaba generosamente... Quedé sin atinar a nada, al igual que todo el pueblo. "Tome Inquisidor, es para que se abrigue!" Entonces fui expulsado en el tiempo cuando tenía seis años y mi abuelita me brindaba una taza de avena caliente con sus ojos llenos de amor, volví a mirar sus ojos chiquitos, su piel arrugada cual mapa del tesoro, su andar pausado al ya saberse portadora de las respuestas a todas las preguntas fundamentales de la existencia humana (quien soy? De dónde vengo? Y a donde voy?)... Ya no tenía porque andar apresurada (quizá como tu sí andas querido lector, quizá como aun ando yo). Entonces lleno de vergüenza por las lágrimas que habían tomado entera posesión de mi rostro solo atiné a a abrazarla! En ese dulce abrazo ella entregó su espada! y yo mi vida. Pensé entonces que el odio y el amor son una decisión voluntaria y no un estado insalvable de las circunstancias.Ella al comienzo me odiaba y luego término queriéndome como a un nieto y yo como a mi abuela. Que explica ese cambio?  Creo que sólo la fidelidad al corazón humano, de cualquier ser humano que en su compás descubre que únicamente el amor permite el diálogo, que sólo el amor nos permite descubrirnos iguales! Que sólo el amor nos permite mirarnos en nuestra esencia! solo el amor fue capaz de regalarme el calor de alguien que antes me odiaba!  Sólo el amor permitió que saliera con vida aquella noche! ... Esta historia continuará!...

martes, 3 de septiembre de 2013

Pero que tal hembrón!!!

Luego de conversar durante una hora y haciendo gala de mi gran estupidez le pregunté ¿está Usted seguro? Volteó compasivo pero  sin mirarme pues eso lo comprometería  mas y eso nunca lo hace un mal médico! respondió: Si! Inquisidor, estoy seguro pues como ya le he explicado así lo confirman los exámenes practicados. A su mujer le queda poco más de dos meses de vida. 

¡Que frío hace! le dije aunque no sé ¿para qué? pues ya no me escucha. Prendí un pucho como de costumbre mientras cogía la pala y echaba tierra sobre su cuerpo. Los presentes hacían silencio pues en esos momentos nadie habla y está bien que sea así,  pues ¡nadie puede comprender el dolor que a uno le destroza el corazón en cien mil millones de pedacitos! En esos momentos por más multitud que te rodee estas solo ante la muerte y el dolor que esta imprime en tu existencia.  

El último de mis hijos, jalándome del pantalón, me preguntó en tono de reclamo: Papá ¿dónde está mamá? Ahora eres tú quien prepara mi leche.  ¿Cuándo vendrá? ¡La extraño! No le pude responder pues cuando lo quise hacer el llanto ahogo todo tímido intento de respuesta.

Entonces fue que el dolor, obediente peón de mi afán por quererla con vida, me transportó años atrás. La escena en la que, doblado en cuatro, estoy llorando desconsoladamente y ella se levanta del sofá abrazándome como sólo Dios podría hacerlo y me dice: Llora inquisidor ¡Llora! Te hará bien - y es que ella todo lo sabía, ¿no sé cómo?- y siendo así no comprendo aún ¿por qué me eligió? pues no imaginan cuantos hombres, pero hombres  de verdad, la cortejaban. Apreté sus manos y seguí llorando, preguntándole ¿Quién cura el vacío de mi vivir? ¿Quién sana aquellas heridas que me llevan años desangrando? Ella me miró y me dio un beso que bebí como si fuera mi último aliento de vida. Luego añadió: Sólo el amor inquisidor, mi amado inquisidor! Únicamente el amor puede sanarte! Entonces seguí besándola y le respondí: entonces sáname! mi vida! te ruego, sin poder entregarte nada valedero a cambio, sáname! Ella acarició mi cabeza mientras sonreía dulcemente y en tanto me apretaba más a su pecho: Ya te dije, sólo el amor inquisidor, sólo el amor...!!! Le sonreí, no se cómo, mientras, ante tanto desinteresado amor, vino a mi memoria aquella imagen en la que Teresa de Calcuta levantaba a un hombre tirado en el piso y lo consolaba!!!

Recordé luego, aquella otra ocasión en la que debía ir a una cena con mis jefes, hombres muy poderosos.  Apúrate! espeté desnudo de respeto pues suelo ser un caballo chusco en mis formas. Ella salió de su habitación con una sonrisa que lo podía todo,  con un vestido azul espectacular! En verdad! Estaba tan hermosa que recordé, avergonzado, mi presencia de sapo! Sus ojos! su sonrisa! su cintura! sus piernas! pero que piernas!!! Parecían sostener al mismo Dios!!! Ella se acercó a mí, sedienta de un beso, el que le regale sin nada escatimar y temblando le dije: No tienes idea de cuánto te amo!!! Ni idea!!! Ella sonrió muy complacida y me dijo: ¿De verdad se me ve bien así? Le respondí: pero por supuesto! Estás divina! Y no exagero! Bajo su mirada mientras me extendía su mano, tan suave como el algodón y me besó! Si! A mí!  a pesar de mi cara de sapo y todo! ... fue en ese instante que recordé la escena de la película en que “La Bella” besa a “La Bestia”. 

Entonces pensé (si! aunque no parezca, a veces pienso!) Ella es un hembrón! Pues tiene todo aquello que una mujer quisiera tener! Y lo que todo hombre medianamente inteligente necesita para ser Hombre y así, Feliz! me refiero a que ella tenía el Amor de Teresa de Calcuta y la Belleza de “La Bella”.  ¿Cuánto te deberé Dios mío? ¿Cuánta será mi inimaginable deuda que me das a una mujer que nace cada doscientos años? ... Pero ella no estaba más, nunca más estaría! mientras seguía echando tierra sobre su cuerpo! ... y mientras mi hijo seguía llorando! 

Entonces, a pesar de mi resistencia,  comencé a perder conciencia de todo! todo iba desapareciendo ante mis ojos... Me senté pues nada más podía hacer! Me dejé caer sobre la silla y en tanto escuchaba a lo lejos una voz celestial que me llamaba: ¡Inquisidor! ¡Inquisidooor! ¡Vamos! ¡Ya es hora! Todo se volvía luz. ¡Una dulce luz que comenzaba a envolverme! Era cómo un celestial abrazo ¡Todo era luz! ¡Si! ¡ya voy! ¡ya voy! alcancé a decir mientras empezaba a abandonar mi cuerpo. ¡Inquisidor! ¡Inquisidoooor! ¡Vamos! ¡¡¡Ponte en pie!!! Y cuando por fin me atreví a abrir mis ojos, cuando al fin abandoné la noche terrenal, Ella apareció ante mí con esa mirada que todo lo vale!  Me vi en sus ojos! Pude ver que únicamente valgo si ella me mira! Con esos ojos!!! Y entonces fue que me di cuenta que todo había sido un sueño! así que estiré mis brazos hacia su cintura!  Y la besé! bebiendo todo el amor que sudaba su cuerpo.


Todo había sido un sueño y yo tenía una oportunidad más de hacerla feliz!!!!...... Y la volví a abrazar jurándole que la amaría con todas las fuerzas de mi corazón!!! ... Incluso más allá de la muerte!!!  Esa muerte que me sonreía muy tímidamente y avergonzada! desde una esquina de la habitación. Pues el amor que observó en mi mujer era todo lo que ese maldito ángel caído deseaba para su eternidad!!!... Pero que jamás tendría... Pobrecito!!! ... Y es que la muerte nunca tendrá en sus brazos al hembrón que yo besaba para siempre!!! ... 

lunes, 26 de agosto de 2013

Llámame! ... antes que me muera!

Ringgggg Ringggggg ... saltaba el teléfono a ritmo de polka... y así veinte veces... "Que ya voy!" grité fastidiado "Pero que desesperada es la gente! Sino contesto a la quinta timbrada deberían pensar que es porque no puedo responder el teléfono!" ... "Si! Aló?" Respondí muy molesto. Al otro lado de la línea y de mi vida surgió una voz triste, muy triste y llorosa, con ese llanto que sale del corazón mismo, un corazón que parecía yacer al lado de una esperanza también muerta. "Inquisidor?" "Si, soy yo!" Continuo la voz: "Paul, nuestro querido Paul, se murió!" Luego silencio, un silencio ante el cual corrió  despavorido el tiempo pues no se cuanto quede allí, de pie, cual estatua romana! "Pero qué dices? Debe haber un error! ... Estás segura?" " Si!" añadió. " Sucedió anoche!" 

Seguí parado, no se cuanto! Duermo con las luces prendidas y por ello pude notar la entrada de la muerte con toda su procesión. Vi a todas esas horribles serpientes reptando por toda mi casa, estaban en todos lados, en el piso, en las paredes, detrás de la Virgen que tengo al pie de mi cama, en el techo, me rodearon con su burlesca sonrisa, mostrándome su viperina lengua. A su paso, todo quedaba hundido en un oscuro vacío.  En tanto, debajo del piso escuchaba el rasguido de furiosos seres, desesperados por entrar, vi cientos de personas idas salir de sus tumbas, me miraban con hiriente lujuria -no tenía idea de donde me encontraba-  luego aparecieron seres alados oscuros que sobrevolaban mi cabeza queriéndome atrapar, dando muestras de gran poderío! habían millones de cucarachas queriendo subirse a mis pies... cuando de pronto lo ví. Fue la escena mas hermosa vista en mi vida! Paul caminaba ascendiendo a una colina, llevaba en sus manos una vela con una luz cuyo calor me llegaba a alcanzar ¡Que delicia! y a su paso todo se tornaba una muy bella verde pradera mientras se asomaba un Sol que todo lo iluminaba, que todo lo abrigaba... y ante el cual todo huyó espantado!... Paul, con una muy dulce sonrisa, seguía caminado hacia ese Sol. 

Paul entró a mi oficina, sudoroso con toda su inmensa humanidad pues era gordito, con la corbata fuera de sitio,  el cuello de la camisa desabotonado y el pantalón a media cadera. Había  llegado veinte minutos tarde y yo no espero a nadie  más de cinco minutos - y allí una de las razones que justifican mi reconocida y pública antipatía - pero se trataba de Paul y a el si lo esperaba. Me puse en pie, lo abracé pues hacía varios años que no lo veía. "Maestro, que gusto verte! Cómo has estado? Dime, prefieres que hablemos del caso que quiero encargarte? O primero nos ponemos al día en los caminos transitados de cada una de nuestras vidas?" Se sonrió a media boca pues ese era su estilo y me dijo: " Déjame presentarte a Valeria! Ella es abogada y es mi bella e inteligente asistente!" Confieso que, hasta ese momento, ni cuenta me había dado de su presencia y en verdad, luego de verla, corroboré que en efecto era muy hermosa. "Por favor, tomen asiento. Desean tomar algo?" Se miraron sin saber que responder, a lo que insistí "Vamos, con confianza, díganme que quieren?" Valeria respondió: "Agua, esta bien para mi!" Paul  añadió: "Si, agua también esta bien para mi".  Ya recostado en mi sillón comencé: "Bueno, el caso se trata de ....." Y así, explicándoles el caso y respondiendo sus preguntas por poco más de una hora.  Paul finalmente me dijo: " Tomamos el caso!" Lo que agradecí pues confiaba en su trabajo. Instantes después, Valeria, se disculpó pues tenía una reunión a la que asistir. Me quedé con Paul, conversando de todo un poco, cosas de ordinario hasta que le conté de mis hijos hablándole un poco de cada uno de ellos. Noté que se puso triste, quizá fue solo mi idea. El caso es que mirando el reloj me percaté que no tenía más tiempo para preguntarle la razón de su advertida tristeza. No obstante,  comenzó a contarme de su divorcio y que, ya recuperado, estaba saliendo con otra chica. Lo vi ilusionado, visión ajustada por el casi nulo tiempo con el que ya contaba, lo que me hacía rebalsarme de tristeza. "Paul, Maestro! Debo irme pues tengo otra reunión!" Dicho esto tomé conciencia que lo nuestro no había sido solamente una reunión de trabajo sino  además una reunión de amigos en la que nos estábamos comenzando a contar sobre cosas importantes de nuestras vidas, pero yo tenía que irme. Maldita sea! " Amigo, dame tu número de teléfono que yo te llamo para seguir conversando". No lo llamé pues he andado muy ocupado (quizá como tú también andas querido lector!). Hoy se que nunca más lo podré llamar pues él ya esta muerto.

Los alumnos abarrotaban el salón de grados pues habían asistido a escuchar una de las tertulias jurídicas y políticas de Paul. El era sumamente inteligente y mordaz al exponer su pensamiento. Nos atrapaba a todos, judíos y romanos, blancos y rojos. Yo estaba en el Auditorio, también atrapado en su discurso. "Pero que cosas más ciertas dice este Paul" comenté a una compañera de estudios a la que había invitado para comenzar a cortejarla. Qué les puedo decir? Ese era mi estilo de cortejo y quizá por eso me quedé soltero hasta muchos años después. Era mas pavo!!! ...  "Espérame aquí un instante que voy a ver si alcanzo a Paul para hacerle unas preguntas", le dije a mi compañera. No  alcancé a encontrarlo y al regresar tampoco encontré a mi compañera. Con seguridad se aburrió de mi y se fue. No la culpo pues sí yo usaría faldas también me hubiera ido. Han pasado veinte años y nunca más podré hacerle mis preguntas a Paul.

El ya no está! Y no tengo la maquinita para regresar en el tiempo. Ahora recostado sobre mi cama me reclamo no haber hecho algo más! Haberle dado más tiempo. No porque el necesitara de mi, sino porque yo quería conocerlo más, mi vida seria mejor. Recuerdo entonces que tengo varios amigos a los que no veo hace tiempo y no quiero que se vayan sin haber conversado con ellos y ellos conmigo, aprender de sus experiencias, aprender de sus vidas y de esa manera, mejorar la mía. 

Todos somos compañeros de viaje y les pido que aprovechemos el tiempo en compartir más de nosotros mismos pues ni idea tenemos en que paradero del bus de la existencia terrena nos deberemos bajar. Busquémonos, reunámonos, conversemos, cualquier ocasión o cualquier excusa será útil en tal afán. Entonces me acuerdo de Giovanni, busco su número y lo marco.... Ring ring... Y así ciento cincuenta veces! ... Me contesta una voz, quizá tan fastidiada como la mía al recibir la llamada informante de la muerte... "Aló! Giovanni? Soy yo el Inquisidor! Quería invitarte a tomar un café y mostrarte las fotos de mis hijos... Nos podemos ver? ... "Si, claro! que gusto saber de ti?, sigues gordo?"  respondió y agregó: "Te parece este jueves a las cinco en el café Havanna?"  Emocionado le respondí: " Allí estaré cual soldado!" "Te mando un fuerte abrazo!"...

martes, 20 de agosto de 2013

"Dale! súbete al caballito de mar!"

Jorge tocó el timbre del departamento. Era la última entrega del día mientras Santiago de Chile se rendía incondicionalmente a la oscuridad de una nueva invernal noche.  El se encontraba triste, quizás porque había perdido la conciencia de que no solamente entregaba regalos, sino que en realidad, era portador de inesperadas sorpresas y con ellas, de gran alegría para sus destinatarios. Y es que todo acto que aparente insignificancia puede, si se quiere, terminar siendo un acto que mejore el mundo y de ese modo, un acto heroico. El no lo supo o si acaso algún día lo supo se le había olvidado.
En esta entrega llevaba un presente del orgulloso papá de una niña que con su sola presencia era capaz de sanar las heridas más profundas del corazón humano, de una niña que con su sola presencia volvía todo de color esperanza, que con su sola presencia tornaba lo imposible e inalcanzable como posible y tocable con las manos,  una presencia que le ayudaba a nuevamente escuchar  el desbocado galope de su corazón... era  una presencia que rendía al mismo Cielo, pues he visto a Dios dar su vida por aquella niña!!!  Era una niña que había logrado que por aquel entonces su recién llegada existencia, hacía ya diez años,  había convertido en acordes musicales la dulce e inexplicable experiencia de un flamante papá! 
"Si? Quien es?" Preguntó una muy mansa y maternal voz. " Vengo de parte de Sorpresas punto com y tengo un presente para Carmela!... Me abre la puerta?". Respondió  esa maternal voz ahora nutrida de femenina curiosidad " Si, por supuesto! pase!".  Al cabo de unos segundo Jorge, que seguía entregado a su rutina y aburrimiento, estaba de pie ante el umbral de la puerta de ese templo que era la casa de Carmelita.  " Por favor, firme aquí" lo que raudamente hizo la mamá. Hecho eso, Jorge se fue, no sin antes sacar  su calculadora para sumar su mísera comisión. .. Era un "looser" total!!! ... Me pregunto si acaso no sería oportuno que se estrelle con su moto para recuperar la conciencia de que esta con vida???... 
Volvamos a la historia. "Caaaaaarmela!!! MUJIIIIIERRRR!!! ( como sabe decir todo chileno con su tonada característica). Venga aquí que hay un regalo del papaaaaaaaa!" . La niña corrió más que el jamaiquino Bolt por recibir su regalo. " Mamá! Que es?" " Pues ábrelo" contestó ella. Carmela que nunca cuido las formas, rompió el paquete a fin de rápidamente conocer lo que había dentro de la caja, pues ella siempre va al punto y le importa nada el aderezo de las cosas... Es igual a su Padre!!!  decía siempre su mama.  Encontró un peluche en forma de " caballito de mar" y una nota que decía: "Que este caballito te pueda llevar a donde quieras y puedas conquistar todo! Absolutamente todo lo que quieras!... Con inigualable amor! Tu papa!". Carmela, como si hubiera perdido la vida de improviso, se dejó caer en aquella silla que fue de su papá, totalmente rendida, con las fronteras entregadas, totalmente extenuada, pues el regalo había logrado que su corazón palpite a trescientos mil latidos por segundos. Cuando apenas se pudo recuperar una lágrima había asaltado su hermoso rostro!  (Ahora ya se como llora  un ángel). "Esta realmente hermoso!!!" exclamó tartamudeando,  abrazando con mucha fuerza y ternura al peluche, como sí en el inmenso mar hubiera al fin encontrado una boya.  Lo llenó de besos, tantos, que si el caballito hubiera estado vivo, se habría ahogado. Luego, quedó pensativa, con su dulce mirada de los "mil metros" y añadió: " Sí! Papá! Me subiré al caballito e iré sobre él a conquistarlo todo!". Algunas horas después, de rodillas en su cuarto, y con sus manitas unidas, comenzó a exclamar: "Diosito lindo! Cuida mucho a mi papito y no permitas que jamás se caiga de su caballito de mar, también te pido por los niños pobres y ..." Mientras el sueño se iba apoderando de ella y en tanto se veía surcando azules mares rumbo a las estrellas, pues bien sabía que ese era su destino final... 

sábado, 10 de agosto de 2013

Que el miedo siga aplaudiendo o que el amor te bese en confianza


El era un modisto francés, nacido en la Paris de la post guerra, sus padres eran granjeros y a muy duras penas pudieron  pagarle los estudios para que lograse cumplir sus sueños de infante. Ahora ya grande difícilmente iba a verlos pues andaba con mucho trabajo vistiendo a mujeres de todo tipo: altas, bajas, flacas,  gordas, jóvenes o casi momias, feas o bonitas. "Total!" se decía a si mismo "Nadie se ha muerto de soledad y los viejos son fuertes". Quizás el siguiente mes  tendría mas tiempo para ser agradecido.  
Nada le importaba las historias de aquellas mujeres,  ni su gran y tan digna vocación de verse y ser como joyas, sino que pudieran pagarle su tiempo y los vestidos que para ellas creaba. Tampoco le importaba que sus  hombres hicieran grandes esfuerzos en pagar los gustos de sus amadas pues bien comprendía que a ellos únicamente les interesaba poder asistir a reuniones acompañados de las mejores perlas que este mundo les podía entregar "Hermosas Mujeres" y mejor aún para sus vanidades si otros hombres las deseasen para también poder colgarlas de sus brazos y con un poco de suerte y desenfado, quizás también hacerlas  suyas. Mientras se servia otro vaso de whisky pensaba: "A mas perlas poseídas, mas hombre se es." en tanto jugaba con la tapa de la botella, mientras revisaba su agenda telefónica. 
Al día siguiente, muy temprano, se hallaba sentado en el Café "Parole", mientras leía su periódico "New York Times", por supuesto que en el ingles que nada entendía , y en tanto esperaba a Yvonne, su próxima victima vanidosa, perdón, quise decir, su próxima cliente... también vanidosa. Pensó "todo hombre que lee este periódico mostrara éxito y eso es lo que importa." (Total! para la tristeza y la soledad siempre hay pastillas que ayuden a adormitar la conciencia). La verdad es que Yvonne venia retrasada pero el la esperaría.
Treinta minutos después, en tanto el periódico leído estaba al revés, sin que de este detalle se hubiera dado cuenta, llego la muy pero realmente muy hermosa Yvonne."Debe ser el, pues esta muy bien vestido" se dijo. Se acerco por detrás y le pregunto: " Pierre?", "Si, soy yo, tu debes ser Yvonne". Ella le respondió: "Si, soy Yvonne" en tanto bajaba la mirada de esos hermosos ojos  azules, sin comprender por que? y sin siquiera darse cuenta del periódico. El añadió: "Por la Torre Eiffel! si eres la mas hermosa de las mujeres que he visto  en toda  mi vida" dejando asomar esa sonrisa de quien tiene "todo controlado", mientras  visualmente le recorría  el cuerpo entero. La verdad es que tenia un cuerpo espectacular! Apenas escuchado tan galante saludo ella recordó  el jardín de niños al que asistió en Cuba, pues su papa fue Diplomático, y ella demasiado gorda. Recordó como sus compañeros, pues decir "amigos" seria exagerado, le llamaban " La Moby Dick" rodeándola en los recreos preguntándole como era el fondo del mar y si podía hablar como las ballenas?existían las sirenas? sin importarles que su llanto apagase el timbre del fin del recreo.   "Pasa algo?" pregunto Pierre. "No" le respondió ella mientras secaba esa atrevida y muy triste lagrima escapada de sus ojos en tanto que por tal acción, tropezaba con la silla.  "Perdón, lo que pasa es que la silla estaba fuera de su sitio" le dijo Yvonne. Los dos intercambiaron hipócritas sonrisas, El sin atreverse a decir: "Dios mio, pero que mujer mas distraída" (mientras también pensaba "que mirada mas dulce tiene" y mientras también recordaba que de niño soñaba en que la  mujer que seria su esposa debía tener esa mirada,  pues toda mirada transparenta el alma misma, mostrando las fibras más íntimas de lo que estamos hechos y lo que vio en Yvonne fue un mundo nuevo lleno de amor, ternura y tantas otras cosas hermosas), y ella, por su parte,  decía: "Pero que tonta soy" (en tanto quedaba  prendida de la tierna y a la vez segura mirada de Pierre, ni que decir de su sonrisa, pues con sonría compraba todo!).  Ninguno hablaría del "escape de la lágrima" y menos aún de tan especiales miradas. No! de ninguna manera! eso seria demasiado pues el solo quería hacerle el vestido y que ella le dijera:  "Es el vestido mas hermoso que me he puesto en mi vida" (prometiéndose no verla mas a los ojos pues solo quería escucharla decir eso y  no quedar atrapado en esa dulce mirada) en tanto ella solo buscaba que El le dijera: " El vestido es cualquier trapo en la piel de una mujer tan bella" (también prometiéndose  no dejarse atrapar por la mirada y sonrisa de aquel hombre).  Además, ambos quedarían mas contentos si el uno aplaudía al otro y viceversa. 
Sin darse cuenta se quedaron allí cerca de tres horas conversando. Hacia tiempo que ninguno se había sentido tan cómodo, a decir verdad, tan libre en compañía de alguien, pues se contaron de todo, al extremo que él le contó lo de sus padres granjeros y ella lo de su "niña gorda". Era magia pura!!! Luego, el reaccionó y despertó de ese hermoso y muy anhelado sueño, en rigor de verdad, escapó pues sintió mucho miedo, así que decidió  tomarle las medidas, quedando  en volver a verse, quince días después, en el taller de Pierre. Ella quiso seguir conversando pero no hizo ningún esfuerzo en retenerlo pues también temblaba de miedo. Vencidos los quince días volvieron a verse  un lunes, muy gris, pues la mañana era demasiado fría. Ella entró evitando con gran esfuerzo mirarlo a los ojos. "Aquí tienes, por favor pasa al otro salón y pontelo", indicó Pierre, sin también mirarla a los ojos pues no quería quedar atrapado por la dulzura de aquellos . Ella que además había madrugado para comprar con 70% de descuento  la mejor lencería pues quizá si en el probador El accidentalmente la viera tenia que saber que Ella solo vestía  cosas finas.
Ya en el salón se puso el  vestido y se quedo un largo rato mirándose en el espejo (en realidad casi una vida),  tiempo aprovechado por Pierre para ensayar una mirada al mentón de la mujer  y escapar de la dulzura de sus ojos. 
Salida ya del salón se acercó a Pierre quien tragando saliva por el miedo de aquella femenina mirada, la miro al mentón y le dijo: " El  vestido es cualquier trapo en la piel de mujer tan bella". Ella sonrió, lo que puso mas temeroso y ciertamente inseguro a Pierre, y respondió: " Es el  vestido mas hermoso que me he puesto en mi vida". Ambos sonrieron sorprendidos y aplaudieron, sintiéndose los seres mas felices del mundo.  Me imagino que con la misma alegría que sienten las focas cuando logran un pase perfecto de pelota en el circo, sin darse jamás cuenta que lo hermoso  no está en que la pelota rebote sino en la comunicación que se da entre ambos seres. 
Instantes después ella caminaba rumbo a su casa tratando de olvidar la mirada de Pierre pero acariciando tiernamente el bolso en el que llevaba el vestido,  en tanto este, quedaba en su taller esforzándose por no recordar la dulce mirada de Yvonne, respirando agradecido por la felicitación ganada por su trabajo, y ambos, sin saber lo del otro, alegres por los aplausos recibidos. Ya dije, como las focas.
Muchos años después un afanoso sepulturero llevo a sus cinco hijos y esposa a que conocieran su lugar de trabajo. Jean Paul, el mayor de los hijos, con apenas nueve años, pregunto: "Papa, de quien es esta tumba?" El le respondió: "Ah! mira aquí esta Yvonne, fue la modelo mas cotizada de Francia, murió soltera  y toda su riqueza fue dada al Gobierno". Añadió Jean Paul: "Y esta otra?que está a su costado?" El papá respondió: "Aquí está Pierre, el modisto mas famoso de Francia, creó la Escuela de Modas de París, murió soltero y toda su riqueza también fue a parar a manos del Gobierno".  Añadió: " Ambos fueron muy aplaudidos".
Sonrío Jean Paul y pidió, buscando la muy tierna mirada de su viejo: "Papa, tengo hambre, podemos ir a comer algo?" Sonrió el papa, observando la muy dulce mirada de su hijo: "Claro que si! vamos" mientras comenzaba a hacerle cosquillas, riendo ambos. Luego volteo, buscando a su esposa mientras trataba de seguir atrapado en la picara mirada de aquella,  rodeándola con sus brazos y besándola dulce y largamente. 
Yo, estaba sentado a unos pocos metros, muy atento a la escena, prendí un cigarrillo, totalmente reo de todas esas miradas. Me puse en pie mientras sigo buscando la mirada de aquella mujer a la que amaría por siempre y para siempre... Buscando aquella mirada en la que encontraría la respuesta a las inquietantes preguntas ¿de donde vengo? ¿ a dónde voy? ¿Para  qué he nacido? Y ¿por quién consumiría toda mi vida? ... Y Tu, querido lector, ¿qué buscas? ¿Aplausos o acaso el Amor? ¿dejarás que el miedo te atrape?... Esta historia continuará...  
pero en tu vida... 

viernes, 9 de agosto de 2013

Quítate los zapatos...

Han sido días muy complicados en los que no puedo saber que preferir: si lo vivido en aquella terrible pesadilla o esta muy cruda realidad que nos rodea pero que nos otorga comodidad. En la pesadilla te pueden romper los huesos y lanzarlos por los cerros, podrán arrancarte la piel y enterrarte vivo una y mil veces; en tanto en la realidad buscan despellejar tus sueños, te tratan de dominar buscando que te detengas y termines siendo uno mas del montón, un Reyezuelo mas! Ciertamente estarás con vida pero absolutamente vacío por dentro. Una muy querida amiga en su lecho de muerte me decía: "He visto gente morir en esta sala de emergencias pero sigo sin comprender como se puede morir sin haber vivido?, sin haber amado?" Cuanta falta me haces ahora querida amiga. Si tan solo fuera posible escuchar al menos una de tus respiraciones... ya no me sentiría tan solo!
En días como los vividos últimamente he renegado y lo ahoga ahora de esta suerte de espina clavada en mi corazón que me hace sentir el frío de una mirada que ya no sueña, que me hace sentir la tristeza de un apretón de manos sin amor, que me hace sentir el asco de un beso de saludo dado por compromiso (mientras me limpio el rostro), que me hace descubrir aquellos pasos sin destino (he visto muchísimas personas atentas a su forma de caminar mas que a la importancia de ir hacia algo), que me hace sentir que a veces el cielo esta vacío porque quizá Dios ya se canso de nosotros...mas de mi que de ti querido lector.
Hasta hace unos minutos estaba acostado en mi cama, muy cómoda y abrigadora de este miserable invierno, pero toda esta bulla que ahora les comparto me obligo a nuevamente levantarme. Que curioso! pues descubro que al levantarme me he demostrado que no quiero morir sin vivir ya que de lo contrario seguiría tratando de dormir... en realidad, ensayando el velorio, ya que dormir sin soñar no es dormir, es mas bien ir practicando la muerte.
Saben? quisiera llorar pero mis lagrimas están idas....quizás auxiliando a aquellas chicas que ven en sus balanzas el inclemente paso del tiempo y de la gravedad. Mejor sigo escribiendo, debatiéndome entre los sueños y la muerte.
Decía que no quiero morir sin vivir! no! de ninguna manera pero entonces, que hacer con esta soledad propia de los soñadores? que hacer con esta espina? Hoy por la tarde un muy querido amigo me imputaba una serie de supuestas faltas en su contra. El aún no lo sabe pero sus palabras hundían mas y mas esa espina en mi frágil existencia y saben? cansa! desgasta! y por mas que a veces quisiera arrancármela no puedo! esta allí! afilada y muchas veces ensangrentada! y pienso entonces que esto tampoco es vivir. Se que en este punto mi narración se ha tornado elíptica pero que se hace? como decía mi abuela: "Es lo que hay!" ... si quieres estimado lector ya no sigas leyéndome.
Es absurdo, pero pese a para nada agradarme, creo que esa espina es lo que me permite saberme vivo, es como vivir descalzo pudiendo sentir todo lo que pueda encontrar en el camino de esta muy corta existencia humana. Entonces puedo o quiero decir que Dios me mando a este mundo como un "descalzo existencial".
Esta historia no tendrá un final resuelto sino que mas bien quiero terminarla pidiendo que me ayudes! Es muy simple pero advierto que te voy a joder la vida! Si! a ti quien tercamente sigues leyéndome! pese a haberte dado la oportunidad de que ya no lo hagas... Quítate los zapatos que este mundo te ofrece y ayúdame a caminar! necesito tu compañía y te brindo la mía hasta el final! cuando haga frío te abrigare y tu a mi! cuando llueva te cubriré y tu a mi! cuando tengas hambre te daré de comer y tu a mi! cuando te sientas solo o sola te hablare y tu a mi! cuando quieras un beso o una caricia te la daré y tu a mi! ... así , juntos! quizá lleguemos al cielo! y sino alcanzase te prometo que cuando menos la habremos pasado de la puta madre! y bien habremos hecho la diferencia!... te espero!

lunes, 29 de julio de 2013

La bendicion de calzar 40...

"Están muy bonitos! Y cuestan muy caro!"  me dijo y al verlo tan pero tan contento sentí como la alegría entraba en mi corazón con la fuerza de una inesperada ola en el arrecife de mi vida, al extremo de arrancarme una sonrisa en mi rostro pues el día hasta ese momento acampaba demasiado triste.  Ya llevaba tres cigarrillos.
El, mi querido viejo, estaba de pie ante mi, con ese varonil semblante de guerrero antiguo con el que lo recuerdo cuando niño.  Ahora ya cansado por tantas luchas ganadas y deudor de ese cruel tiempo que nada perdona. A propósito, alguno  ha visto al tiempo?  Yo si!  tiene ojos chiquitos, de chiquita estatura, de manos y pies chiquitos, como chiquita también su cabeza. Eso explica de por qué?  nuestra vida y más aún los buenos momentos, son "chiquitos". "Papa, no te preocupes. Tu has hecho muchísimo más por mi y no me alcanzaran cien mil vidas para pagártelo. Solo dime si te los quieres llevar puestos, son tu talla, 40,  " Me miró como me miraba cuando yo era niño, de una manera muy dulce y con esa sonrisa de cómplice como de quien acaba de robar un banco. " Claro que me los llevo puestos! Están re lindos! Ahora parezco importante" añadió y yo solté una carcajada a mandíbula desatada " Ay Papa! Si tu eres el hombre más importante que yo he conocido en mi vida. Déjame pagar y nos vamos a comer una deliciosa y gigante parrillada!". Añadió: " Esta bien hijito, total? para eso trabajas, no?" mientras volvía a sonreír. "Claro que sí" le dije pues para vivir estos momentos me rompo el culo...jajajaja... Caminamos luego rumbo a la camioneta.
En tanto ello, no se por qué? pero conté los pasos que El daba con sus zapatos nuevos, mientras los modelaba varonilmente...uno, dos...once...Papá! once pasos!  llegaste a la camioneta en once pasos! y mientras me ponía el cinturón de seguridad yo volví a tener quince años...Ayyyyy aquellos quince años en los que lloré muchísimo  y ya ni recuerdo el por que? El caso es que estuve nuevamente sentado en el comedor de la casa que tuvimos en Tacna, departamento al sur del Perú, frontera con Chile. Esa Chile que es tan hermosa cuando no le hace la guerra al Perú o que es tan hermosa como cuando lo fue en esos momentos en que aquella hermosa santiaguina, más hermosa que el cielo,  allá por 1998,  me suplicaba que me quede allí, con ella... si hasta lloró y yo con ella...el temblor de sus manos y de sus labios, lo agitado de su respiración y sobretodo esos ojitos que desnudaron mi vocación de vivir para hacerla feliz estuvieron a punto de decirle: SI! Me quedo... pero en medio de tantas balas corriendo solo atiné a darle un beso en la frente y abrazarla dejando en ello mi corazón.   No me quedé y no me arrepiento y tampoco la he vuelto a ver (Chile esta muy lejos). 
El punto es que esa tarde, en Tacna, mi papá y mi mamá, se sentaron al comedor conmigo, a la hora del almuerzo. Yo daba trámite a un delicioso arroz con frijoles, sin presa, pero por esa maldita costumbre que tengo de mirar todo me di cuenta que ellos nada comían y les pregunté:  "Papá, mamá y ustedes por qué no comen?...respiraron al unísono, dejando escapar un quejido que en rigor de verdad estaba rebosante de alegría (y es que únicamente los padres son capaces de unir lo que naturalmente se opone) "Estamos a dieta hijito!" .... Ahhhhh y como ambos eran gorditos les creí y les respondí..." No saben lo que se pierden", mientras me chupaba los dedos, uno por uno, con esa paciencia de monje de clausura que ahora ya no tengo. Luego de algunos años, y cuando tampoco tuve para comer, tomé conciencia que ellos no comieron por la sencilla razón de que la comida no alcanzaba. No había! Mi papa era entonces Jefe de un Hospital del Estado dedicado a atender a los miembros de la ahora Policía Nacional del Perú pero por ser del Estado nunca hubo ni siquiera lo mínimo necesario ya que los bienes, según es secreto a voces y una práctica casi milenaria,  terminan sirviendo  los privados intereses de los  malos generales. Si mi papá siendo Jefe estaba como estaba imagínense la vida de los sub oficiales!!!...Que lástima que el Estado no haga más por ellos. 
Por lo contado, vivo dedicado a atenderlos y darles lo mejor que puedo darles. Harto amor, besos a millones, muchas caricias y cosquillas y también bienes materiales. Y es que un hijo tiene que ser agradecido con sus padres sino fuera así uno termina siendo un villano. Ellos, nos dieron toda su vida y nos toca ahora darles la nuestra y así debe ser hasta el último aliento de vida que el chiquito tiempo les y nos conceda.